Mi hijo no quiere comer. Esta frase la escucho habitualmente en consulta y supone una frustración y preocupación para los padres cuando ven que el peque se enfada y se niega a probar los alimentos que tiene en el plato.
En este artículo, te guiaremos a través de las posibles causas de la inapetencia infantil y te ofreceremos soluciones prácticas para empezar a ayudar a tu hijo a recuperar el apetito.

Por qué tu hijo no quiere comer
Es importante tener en cuenta que la selectividad alimentaria o inapetencia infantil forma es un fenómeno natural y pasajero y hay varias razones por las que los niños pueden mostrar esta conducta.
Factores del desarrollo
Reafirmación del yo
Una de las razones más comunes por las que los niños pueden ser selectivos con la comida es porque están experimentando con su independencia y autonomía. Los niños pequeños pueden sentir que tienen poco control en sus vidas y una forma en que pueden sentir que tienen cierto poder es a través de lo que comen.
Desarrollo de los gustos y preferencias
Los peques van definiendo sus gustos y preferencias. El apetito y las preferencias de los niños son cambiantes en los primeros años de vida.
Desarrollo del lenguaje
Los niños también pueden volverse selectivos con la comida cuando están experimentando con nuevas habilidades de lenguaje. Los niños pueden estar más interesados en nombrar y clasificar alimentos que en comerlos, lo que puede hacer que sean más selectivos.
Factores físicos
Enfermedades
Una enfermedad, como un resfriado o una gripe, puede causar que un niño pierda el apetito.
Infecciones
Las infecciones de oído, garganta o estómago también pueden afectar el apetito y reducirlo.
Problemas digestivos
El estreñimiento, la diarrea o el reflujo ácido pueden hacer que comer sea doloroso o incómodo para un niño y por lo tanto, coma menos.
Dolor abdominal
Si tu hijo se queja de dolor abdominal, es importante consultar con un médico para descartar cualquier problema médico subyacente.
Factores emocionales
Ansiedad
La ansiedad por la separación, el miedo a la escuela o el estrés familiar pueden afectar el apetito de un niño.
Cambios en la rutina
Los cambios en la rutina, como empezar la guardería o el colegio, pueden causar ansiedad en los niños y afectar su apetito.
Bullying
El bullying o acoso escolar también puede ser una causa de ansiedad y afectar el apetito del niño.
Otros factores
Hipersensibilidad sensorial
Es la aversión al sabor o la textura de ciertos alimentos. Los niños pueden ser particularmente sensibles a ciertos sabores o texturas, y esto puede hacer que se sientan disgustados por ciertos alimentos.
Falta de rutina
Si un niño no tiene un horario regular para las comidas, puede no tener hambre a la hora de comer.
Saltarse comidas
Si tu hijo se salta el desayuno o el almuerzo, es probable que no tenga hambre a la hora de la cena.
Comer a deshoras
Si tu hijo come snacks azucarados o comida procesada entre horas, es probable que no tenga hambre a la hora de las comidas principales.
Soluciones cuando tu hijo no quiere comer

Consejos generales para la inapetencia infantil
Crea un ambiente agradable para las comidas
Apaga la televisión y los dispositivos electrónicos, y haz que las comidas sean un momento familiar.
Involucra a tu hijo en la preparación de la mesa
Deja que tu hijo te ayude a poner la mesa, elegir los platos y servir la comida.
Convierte la comida en una experiencia divertida
Puedes contar historias, jugar juegos de mesa o cantar canciones mientras comen.
Estrategias específicas para diferentes edades
Lactantes
Si tu hijo está lactando, asegúrate de que esté tomando suficiente leche materna o de fórmula. Ofrece a demanda y asegúrate que no pasan demasiadas horas entre tomas.
Bebés
Si tu bebé ha empezado la alimentación complementaria, es normal que en los primeros meses coma poca cantidad de alimento. La leche sigue siendo el alimento principal hasta el año de edad, pero si observas que aun así no está comiendo lo suficiente, consulta con tu pediatra.
Niños
En el caso de los niños mayores de 1 año, es habitual que disminuya el apetito porque disminuye el ritmo de crecimiento, y alrededor de los 2 años aparece la selectividad alimentaria con más fuerza.
Es un fenómeno fisiológico, pero que hay que saber acompañar, para que no se enquiste y se vuelva patológico.
Consejos adicionales para padres de niños que no quieren comer
- Mantén la calma y la paciencia: Es importante no forzar a tu hijo a comer, ya que esto puede empeorar la situación.
- Sé un buen modelo a seguir: Come sano y disfruta de la comida en familia.
- No uses la comida como recompensa o castigo: Esto puede crear una asociación negativa con la comida.
- Anima a tus hijos a ser físicamente activos: La actividad física es importante para mantener un peso saludable y prevenir enfermedades.
- Habla con tu hijo: Pregúntale qué le gusta comer y por qué no quiere comer.
- Consulta con un profesional: Si la inapetencia de tu hijo persiste, consulta con tu nutricionista infantil.
La inapetencia infantil puede ser frustrante, pero es importante mantener la calma y la paciencia. Con las recomendaciones que te mostramos, puedes empezar a poner foco en lo importante y cambiar la dinámica familiar en las comidas y en torno a ellas. Es importante adaptar las estrategias a la edad y las necesidades individuales de tu hijo.
Si te gustaría cambiar la situación que tienes en casa, pero ves que tal y como estás haciendo las cosas, los resultados no llegan, ¡Podemos ayudarte!
Si quieres que valoremos tu caso, para ver qué situación tienes y cómo podrías mejorarla, agenda una llamada gratuita y lo vemos en detalle.





